Beneficios de la carne de pollo
Rica en proteínas: La carne de pollo
contiene un alto porcentaje de proteínas a la vez que contiene muy poca grasa.
Esto la convierte en un alimento perfecto para personas que están a dieta y
quieren bajar de peso, así como para deportistas que someten sus músculos
diariamente a intensos entrenamientos físicos.
Rica en triptófano: La carne de algunas
aves, como la del pollo o el pavo, contienen triptófano. A este aminoácido se
le atribuyen propiedades antidepresivas porque está científicamente demostrado
que es capaz de favorecer la producción de serotonina en el organismo.
Ayuda para tus huesos: El alto contenido
en proteína que aporta la carne de pollo nos ayuda a mantener sanos nuestros
huesos, evita la descalcificación que se produce a medida que vamos cumpliendo
años. Este tipo de carne es muy eficaz para prevenir la osteoporosis que,
especialmente, sufren las mujeres después de la menopausia.
Corazón saludable: Es muy eficaz para
combatir los niveles del aminoácido homocisteína que a veces se acumula en la
sangre. Este aminoácido es el causante de diversas enfermedades de tipo
cardiovascular y del detrimento del buen estado de salud del corazón.
Rica en fósforo: El fósforo es otro de
los minerales esenciales que contiene la carne de pollo. Por ello, consumir con
frecuencia este tipo de ave nos ayuda a mantener sanos nuestros dientes y a
cuidar, además, nuestro hígado y sistema nervioso central.
Buena para el metabolismo: El alto
contenido en vitamina B6 que contiene la carne de pollo, lo convierte en un
alimento esencial para el correcto desarrollo de nuestro metabolismo. El
metabolismo es un proceso esencial para que se produzca la combustión de todas
las calorías que ingerimos a lo largo del día.
Cuida los ojos: La salud visual también
sale muy beneficiada si consumimos con frecuencia carne de pollo. Y es que este
tipo de ave contiene grandes cantidades de retinol, licopeno, y beta caroteno,
todas ellas esenciales para mantener siempre a punto nuestra vista.
Mejora la piel: El hígado del pollo
contiene vitamina B2, también conocida como riboflavina. Esta vitamina nos
ayuda a mantener una piel sana y correctamente hidratada. También evita la
aparición de las molestas llagas que suelen salirnos en la boca en determinadas
épocas del año, o cuando nos bajan las defensas.
Alto contenido en selenio: La carne de
pollo contiene también una importante cantidad de selenio, un mineral esencial
que nos ayuda a mantener sano nuestro sistema inmunológico. El selenio no suele
estar presente en muchos alimentos, por lo que la carne de pollo se puede
convertir en una buena fuente de este importante mineral.
Práctica, económica y versátil: Si a todas
estas propiedades tan recomendables para nuestra salud añadimos, además, que la
carne de pollo es una de las más económicas que podemos comprar, y que es muy
versátil porque permite realizar múltiples y variadas recetas de cocina,
seguramente, comencemos a consumirla con mucha más frecuencia.