El café aparece en Etiopía, probablemente al norte, en la
provincia de Kaffa, pues el café se daba a cierta altura, entre 1.000 y 2.000
metros de altura, en climas tropicales o semitropicales, pero con el tiempo se
han diversificado sus variedades y su forma de cultivo, hasta extremos increíbles.
Su consumo como bebida entre los árabes se conoce desde el
siglo XV, al principio fue prohibido por los musulmanes, pero con el tiempo se
impuso su consumo en los países árabes, en el siglo XVIII los ingleses lo
empezaron a cultivar en sus colonias y en el siglo XIX fue llevado a Colombia,
hoy su cultivo está extendido por toda América.
El café Marfil Negro, es de la especie Arábiga, los cafetos
crecen a 1.500 m sobre el nivel del mar, a una temperatura de entre 15 y 24
grados, con diferencias bruscas de temperatura entre la noche y el día, lo que
mejora la calidad del fruto de los cafetos, llamados incorrectamente cerezas.
Los akha, son una tribu de Tailandia que desde hace poco
tiempo se dedican al cultivo del café, cultivan la especie arábica, que es
la mejor adaptada a su climatología
local, así que son ellos los suministradores de la base del Marfil Negro. El
resto de su producción tiene otros destinos.
Para la elaboración del Café Marfil Negro, se procede al
secado de las cerezas de café sobre un cedazo, a fin de que los granos no
toquen el suelo, una vez secos los
granos se pasa a la fase siguiente.
Las cerezas secas se ponen en un recipiente y se mezclan con
agua, frutos y cascarillas de arroz, con las que se hace una pasta comestible.
El elefante traga la pasta y se inicia el proceso de digestión
que durará más de 20 horas, ya que los elefantes son de digestiones lentas, una
vez defecadas las boñigas del elefante, se retiran una a una las cerezas de
café de las fibras vegetales que forman la boñiga, de forma manual.
A continuación se lavan las cerezas y se procede de nuevo a
su secado y descascarillado por procedimientos mecánicos, se clasifican por
densidades y se seleccionan a mano uno a uno, los granos de café.
Una vez seleccionado los granos se pasan a la tostadora de
café, a unos 200 grados de temperatura, para obtener el aroma proveniente de
los aceites aromáticos, que se generan con el tueste.
Blake Dinkin, el creador del Café Marfil Negro, ha dado un
salto de gigantes a la hora de descubrir este original proceso de elaboración del
que se dice es el mejor café del mundo.
El Café Marfil Negro se prepara en una cafetera de vacío, un
invento austríaco que hace que el café salga de un color muy claro, más
parecido al té que al café, así el resultado es una café cuyo sabor recuerda
mucho al té.
Es el café más caro del mundo, lo cosecha una tribu en
trance de extinción, lo procesan en su estómago elefantes rescatados de sus
maltratadores y se produce en pequeñas cantidades, parte de sus beneficios van
destinados a la protección de los elefantes.