Los dátiles de mar















Los dátiles de mar (Lithophaga lithophaga)  son una especie de  mejillón que fabrica un orificio en roca calcárea para permanecer en su interior, protegido de los depredadores.















Esta extraña especie segrega un ácido con el que disuelve la roca, a medida que introduce su cuerpo, amoldando el habitáculo a sus dimensiones, de tal forma que se encierra en su interior sin posibilidad de salir de él, para poder sacarlo hay que romper la roca, por eso su captura se convierte en un atentado ecológico, ya que hay que destruir su entorno, generalmente plagado de otras especies.

Esta especie se cría en las costas del Adriático y en algunas zonas del Atlántico europeo, no cuenta con una protección adecuada, a pesar de las leyes que las protegen y es víctima de una persecución implacable a manos de los furtivos y de los aficionados. (ver enlace)















Dicen que su sabor es más delicioso que el del mejillón y su concha es del color del dátil maduro, de ahí su nombre.















En cualquier caso, recuerde que si llega a comer este bivalvo, se trata de una especie obtenida a costa de haber destruido  buena parte del fondo marino y numerosas especies de su entorno.