Glucomanano, Konjac, Fideos Shirataki o pasta cristalina

Qué es el glucomanano

Se comercializa como Pasta de Konjac o Fideos Shirataki, se vende con Gluten y sin Gluten y se suele recomendar como adelgazante por su capacidad para saciar el apetito.

El glucomanano está catalogado como complemento alimenticio según la Unión Europea, es decir, no es un alimento ni tampoco un medicamento. En realidad, el glucomanano es una fibra altamente hidratable. Esto quiere decir que es una sustancia que, cuando le administramos agua, se hincha rápidamente y crece, creando una pasta viscosa que ocupa mucho más de su volumen original.

En concreto, el glucomanano posee un peso molecular y una viscosidad más elevados que cualquier fibra conocida. Como otras fibras, el glucomanano no es digerible y pasa por nuestro sistema digestivo sin pena ni gloria, suavemente, arrastrando parte del contenido deglutido. Este es un polisacárido muy largo con unidades de D-manosa y D-glucosa 1.6:12​, y con ramificaciones cada 50 o 60 unidades, aproximadamente. Por su configuración molecular, nuestras enzimas no pueden atacar al glucomanano, razón por la que no es nutritivo (o no tiene biodisponibilidad).

El polisacárido se obtiene normalmente de una planta asiática conocida como Konjac, Amorphophallus konjac. El glucomanano se extrae de la raíz, aunque la planta ha sido usada siempre de manera tradicional en Asia, como planta comestible, consumiendo los bulbos, para hacer gelatina y otros usos culinarios.

Además, a nivel comercial, el glucomanano se usa de diferente manera. La forma más popular, probablemente, es la pasta. La pasta de glucomanano, también conocida como Konjac, por la planta de origen, es, en términos nutricionales, muy pobre. Esta aporta unas 20 Kcal, o menos, por ración (dependiendo del fabricante), lo que representa menos de un 10% del aporte calórico de una pasta tradicional.

Los efectos negativos del glucomanano

En principio, el glucomanano es inocuo. Sin embargo, podemos encontrar algunas situaciones potencialmente peligrosas. La primera de ellas está relacionada con su gran capacidad para absorber agua. El glucomanano fue prohibido en 2003 como gelatina culinaria en confitería debido al peligro que supone para niños, pacientes con problemas esofágicos y personas mayores. Este peligro se debe, básicamente, a que puede provocar la asfixia por obstrucción de las vías respiratorias altas.

Las fibras como el glucomanano, de la misma manera, pueden reducir la absorción de medicamentos liposolubles, por lo que en caso de estar bajo tratamiento, se desaconseja totalmente el uso de este tipo de complementos alimenticios. 

En definitiva, el glucomanano no tiene otras interacciones conocidas, por lo que resulta inofensivo, o, incluso, un saciante muy efectivo, en cantidades moderadas.